martes, 30 de agosto de 2011

Día 6. Uno de un nobel: Adiós a las armas, Hemingway

Dos observaciones con respecto al reto y a la forma en que lo asumí: uno, me dedico más a escribir de mi experiencia frente al texto que del contenido como tal (pero digamos que eso puede ser un plus) y dos, al pensar en retrospectiva acerca de los libros que he leído he caído en cuenta que tengo muy mala memoria y recuerdo tan solo la mitad de las historias leídas en todos los libros que han pasado por mí, en mi corta existencia.

Esa segunda reflexión hará que la reseña de hoy sea corta, pues revisando el listado de nobeles entregados y salvándome del cliché de hablar de cien años de soledad, opté por recomendar hoy Adiós a las armas, de Heminwgay, un libro que leí hace mucho tiempo ya, que recuerdo vagamente, pero que sin duda es un texto que planeo releer muy pronto pues más allá de la historia la narrativa de este escritor es indudablemente maravillosa.

Lo que encontraremos en el libro es una historia de amor entre una enfermera y un oficial del ejército italiano quien encuentra en una herida de combate el camino hacia una nueva vida con esta mujer a quien conoce en el hospital, el final sin embargo es inesperado y algo desalentador en torno al cuento romántico. La maravilla del libro está en que, más allá de lo que podría ser una “típica historia de amor”, ésta se ve enriquecida por las detalladas descripciones que el autor hace de la guerra como una especie de abstracción de sus propios recuerdos y vivencias en este ambiente.

“Una guerra no termina nunca, la guerra no se gana con la victoria”.

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