martes, 30 de agosto de 2011

Día 10. Uno con una pésima versión cinematográfica. El Código Da Vinci, Dan Brown.

Es de esperarse que un libro no muy bueno tenga una mala versión cinematográfica, así es que se me facilitó escoger el libro del que hablaría en este día.

Muchos Seudointelectuales y hasta uno que otro intelectual negará haber leído libros del estilo del Código Da Vinci, bestsellers con muchos números vendidos y no tanta riqueza literaria. Sin embargo yo acepto que leí este texto hace un par de años y que de forma ágil terminé la historia; debo decir que, aunque las descripciones son flojas, el autor logra mezclar datos, resultados e hipótesis en torno al tema del santo Grial y la doble moral de la iglesia, con la historia una muerte por resolver y toda la trama que de allí se desarrolla.

Como es sabido, este libro ha recibido muchas críticas, algunas de ellas aduciendo a un supuesto plagio de una obra que trata las mismas temáticas y otras dirigidas más a las “falacias” en torno a la historia de María Magdalena y su relación con Jesús y todas la trama conspiratoria para ocultar la verdad que muestra una iglesia católica de secretos y poderes ocultos.

Recomiendo el libro por cultura general, para tener por lo menos argumentos para poder criticarlo; como dije su lectura es fácil y como mínimo se encontrarán con un buen enlace entre los acontecimientos que construyen una trama básica que impide que uno se aburra de leer, ni se canse con las explicaciones de las teorías en torno a la simbología cristiana, su relación con el arte y las supuestas conspiraciones que son constantes en la historia.

La versión cinematográfica sin embargo es más floja aun que el mismo libro, podría haberse aprovechado la innegable estética de los lugares en los que se desarrolla la historia para hacer por lo menos atractiva la película en este sentido pero sin duda el film no logra más que contar de forma perezosa la misma sucesión de hechos que narra el libro.

Día 8. Uno para leer por fragmentos. El libro de la risa y el olvido. Milan Kundera.

“La novela es el fruto de la ilusoria idea de que podemos comprender a los demás ¿Pero que sabemos sobre los demás? …Nada… Lo único que podemos hacer es dar testimonio cada uno sobre sí mismo. Todo lo demás es extralimitarnos en nuestras atribuciones. Todo lo demás es mentira.” Fragmento de El libro de la Risa y el olvido.

Tal vez con el ánimo de no mentir y como siempre basado en presupuestos filosóficos existenciales, muy a su manera, en este libro Kundera habla de él, de sus experiencias políticas, del exilio y del destierro; algunas veces hace evidente que se trata de su caso, que está hablando de si mismo, y otras tantas usa las historias paralelas que narra en el transcurso de los siete capítulos que componen el libro para hablar de su concepción del arte, el amor, la sexualidad, la risa y el olvido.

En cada capítulo encontrarán una historia diferente, vinculadas éstas bajo las temáticas generales de la sexualidad y el exilio como hilos conductores, haciendo que el libro pueda ser leído por fragmentos y que se entienda igual el sentido preciso que quiere expresar el autor.

Con sinceridad recomiendo este libro por las reflexiones que están detrás hasta de la misma historia de Kundera, por las teoría de los tipos de risas relacionadas con el “bien y el mal” desde la mítica pelea entre ángeles y demonios, por la crítica que hace a las malas prácticas en la escritura y por la descripción del olvido que sufren quienes quedan por fuera de los círculos, las órbitas sociales que una vez han expulsado a alguien no permiten que entren jamás sino que los condena a vagar eternamente, cerca pero no adentro, o bien arrastrándolos inexorablemente en

Día 7. Uno muy divertido: Nocturna. Guillermo del Toro y Chuck Hogan.



Guillermo del Toro, más reconocido por su trabajo como director de películas tan destacadas como el Laberinto del fauno o Hellboy, presenta al lector una novela llena de detalladas escenas en las que hoja tras hoja la trama de una nueva amenaza para la humanidad parece develarse como en una de sus películas, manteniendo una trama constante y despertando una curiosidad tal que el lector no podrá separarse de la historia hasta llegar a su final.

Todo comienza con el anormal aterrizaje de un vuelo proveniente de Berlín, la torre de control ha perdido toda comunicación con el avión y mientras se devela la causa de la inexplicable muerte de la mayoría de los pasajeros se propaga por el mundo una nueva estirpe de vampiros que invaden rápidamente el cuerpo de los humanos como virus alojados en sus cuerpos.

La ansiedad que genera el texto se mantiene durante todo la narración y las claves para entender los misterios se revelan sin afán generando mayor expectativa a medida que avanza la acelerada propagación del virus por la ciudad. Estos elementos, sumado al hecho que los escritores redactaron la historia apoyados de una profunda documentación del mito de los vampiros y recrearon todo un nuevo ambiente para su versión, hacen de este libro un texto que atrapa desde las primeras líneas al lector.

Este es el primer libro de una trilogía que presentan los autores y en este momento está ya disponible la segunda parte: Oscura.

Día 6. Uno de un nobel: Adiós a las armas, Hemingway

Dos observaciones con respecto al reto y a la forma en que lo asumí: uno, me dedico más a escribir de mi experiencia frente al texto que del contenido como tal (pero digamos que eso puede ser un plus) y dos, al pensar en retrospectiva acerca de los libros que he leído he caído en cuenta que tengo muy mala memoria y recuerdo tan solo la mitad de las historias leídas en todos los libros que han pasado por mí, en mi corta existencia.

Esa segunda reflexión hará que la reseña de hoy sea corta, pues revisando el listado de nobeles entregados y salvándome del cliché de hablar de cien años de soledad, opté por recomendar hoy Adiós a las armas, de Heminwgay, un libro que leí hace mucho tiempo ya, que recuerdo vagamente, pero que sin duda es un texto que planeo releer muy pronto pues más allá de la historia la narrativa de este escritor es indudablemente maravillosa.

Lo que encontraremos en el libro es una historia de amor entre una enfermera y un oficial del ejército italiano quien encuentra en una herida de combate el camino hacia una nueva vida con esta mujer a quien conoce en el hospital, el final sin embargo es inesperado y algo desalentador en torno al cuento romántico. La maravilla del libro está en que, más allá de lo que podría ser una “típica historia de amor”, ésta se ve enriquecida por las detalladas descripciones que el autor hace de la guerra como una especie de abstracción de sus propios recuerdos y vivencias en este ambiente.

“Una guerra no termina nunca, la guerra no se gana con la victoria”.

Día 5. Uno de viajes: Bestiario, Todos los fuegos el fuego. Cortázar.

Este libro me propuso dos viajes: el primero resulta ser el continuo salto que el lector hace entre las historias narradas en los cuentos que componen Bestiario y Todos los fuegos el fuego y el segundo es un recorrido de ida y vuelta constante entre Buenos Aires y París, como esos dos grandes amores de Cortázar que están siempre plasmados de alguna forma en sus escritos.

Dudé mucho sobre si reseñar este texto como “uno de viajes”, pero para mí lo es del todo. En principio cabe resaltar que el libro lo compré en Cartagena y lo leí en Valledupar, en ese periodo sabático que me tomé para viajar y viajar y nada más, así es que por esa experiencia cuando pienso en viajes lo relaciono inmediatamente con este libro en particular. De otro lado dos de los cuentos que allí se encuentran me inspiran rutas de viaje, uno que ya realicé y otro que es en este momento de mi vida toda una obsesión.

Quiero empezar por hablar de Ómnibus, el cuarto cuento del libro. Esta historia narra básicamente los extraños acontecimientos que suceden en un viaje en colectivo desde la Avenida San Martín (en La Chacharita, un barrio de Buenos Aires) hasta El Retiro (Una de las estaciones de tren, cercano al barrio Recoleta, donde viví por algún periodo). Lo que se lee allí es una detallada y encantadora descripción de las calles y los lugares representativos por los que avanza el colectivo y a la par de esta narración el autor va acercando a los protagonistas del cuento: dos desconocidos que parecen ser juzgados por todas las personas que viajan con ellos, y quienes,confundidos y sintiéndose cercanos en el juicio cuyas causas desconocen, acaban aliándose para terminar a salvo el inexplicable viaje que termina uniendo sus destinos.

Cuando leí este cuento iba y venía entre alegría y sorpresa, ese viaje era justo el que debía realizar una vez por semana, cuando iba a hacer trabajo de campo para mi tesis a una escuela ubicada en el barrio Chacarita. Mientras leía iban surgiendo imágenes en mi cabeza de los tiquetes, las monedas, el Ómnibus, las calles, las paradas, el destino final, es un viaje que viví y revivo con cada nueva lectura que hago repetidamente del cuento.

De otro lado está “El otro cielo”, un cuento que me gusta pensar como una narrativa bipolar; se desarrolla entre Buenos Aires y París bajo el mismo cielo de las galerías cubiertas, se trata de una especie de huida a otro mundo, uno más mágico entre cafés del lugar y la compañía de una mujer que representa una vida diferente a la suya que se desenvuelve entre su trabajo en la bolsa y su matrimonio cercano. Este cuento y La autopista al sur, configuran un perfecto abrebocas para antojarse a hacer maletas e ir en búsqueda de conocer la Francia de Cortázar.

Tras estas descripciones ¿Porqué es este libro un libro de viajes? En realidad es este un gran trip y allí para mi hay un viaje echo, uno por hacer y una cita con Cortázar en un café de París.

Día 4. Un libro que le gusta a todo el mundo, menos a mí: El túnel, Ernesto Sabato.

Quiero empezar esta reseña excusándome con todos aquellos conocedores, intelectuales y amantes del trabajo de Ernesto Sabato, la verdad es que este renombrado escritor argentino que falleció este año y dejo tras de sí un amplio y reconocido número de trabajos literarios, científicos y hasta políticos, ha representado un reto para mí en cuanto nunca he logrado admirar y profundizar en su literatura por el libro que nunca terminado de leer: El Túnel.

Por alguna razón este libro está en la biblioteca de mi casa, no sé quien lo trajo aquí, ni en que momento llegó, pero el caso es que en varias ocasiones he intentado leerlo. Primero con total ignorancia quise leerlo sólo porque estaba a la mano y luego, al hablar con amantes de la literatura, me entraron ganas de “culturizarme” y leer el dichoso libro.

El resultado al día de hoy es que la cosa se quedó en ganas, nunca he podido pasar del capítulo dos (creo), y solo recuerdo de lo leído que un personaje caminaba por las calles esperando encontrarse con alguien, fin de la historia para mí. El escritor comienza dándole tantas vueltas a un mismo hecho en el que no se devela nada, que, por mi característica impaciencia, siempre termino dejando la narración en el mismo punto.

Han de disculpar entonces tan mediocre reseña del día, pero para complementar el cuento y de paso para darme ganas de, algún día, leer completo el libro que parece gustarle a todo el mundo, les dejo algo que encontré en internet y que aplicaría para el día 23 del reto: Uno que le gustaría volver a leer en su vejez, tal vez viejita y con mayor recorrido y cultura general logre terminarlo algún día, ya veremos.

“El túnel (1948)

El túnel es un lúcido y despiadado buceo en los oscuros y solitarios laberintos del alma humana donde se dan cita, en extraña confluencia, el oído, la compasión y el desprecio. El narrador describe una historia de amor y muerte en la que muestra la soledad del individuo contemporáneo. A Sabato le interesa reflexionar sobre la locura, comprender el motivo por el cual el protagonista mata a la mujer que ama y que es su única vía de salvación. La obra tuvo una gran aceptación y sirvió para calificar a su autor como una inquietante y original personalidad literaria.

"La anécdota novelada no permanece como centro de interés: basta recordar que el desenlace está anunciado desde las primeras páginas. No existe 'suspenso' argumental. No existen descripciones ni cuadros, el ámbito físico se apoya sobre vagas menciones de lugares; se pasa inadvertidamente del campo a la ciudad sin que ningún elemento decisivo señale el tránsito espacial. Los personajes secundarios, Allende, Hunter, Mimí, están desdibujados; sus intervenciones sólo contribuyen a la economía interna de la novela, y en ningún momento abren caminos o dan posibilidades de enriquecimiento narrativo." (Fuente: prólogo del libro El Túnel, Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1966).”


¿Dan ganas de leerlo no? Algún día.

Día 3. Uno que sea un placer culposo: Christine, Sthepen King

Declaro este libro como un placer culposo para mí al recordar dos conversaciones que tuve con respecto a su escritor. La más lejana en el tiempo fue con el profesor que más admiré en la universidad, Arturo Uscategui, quien en una charla informal me recomendó que no leyera más de 5 libros de un mismo escritor pues con ese número bastaba para conocer su estilo y en cambio bien podría, al llegar a ese límite, leer una mayor variedad de escritores. La recomendación me la hizo después de contarle que había leído ya 7 libros de Sthepen King y estaba pensando empezar a leer Christine, sin embargo la sugerencia fue inútil en este caso pues en muy pocos días leí el libro y el último día pasé una noche completa en vilo con la obsesión de terminarlo.

La segunda vez que hablé de este personaje fue hace poco con alguien con quien salía; aquel hombre que vive para viajar, es un apasionado por la lectura y fiel amante de la fotografía, al preguntarme qué estaba leyendo (en ese momento leía maleficio de Sthepen King) pareció decepcionarse con la respuesta y el comentario que siguió se relacionaba con un capítulo de los Simpsons en el que hacían mofa de las “rebuscadas” historias de miedo del autor.

Y bien, pude haber quedado en ridículo, puede que él y muchas personas piensen que este autor produzca historias mediocres y que como betseller sea de por sí reprochable, pero la verdad es que mi placer culposo es que es uno de mis escritores preferidos, que tiene la magia de atrapar al lector desde la primera línea de sus libros y que en especial Christine logró atraparme a tal punto que todos los días que duré leyendo el libro me soñaba dentro de la irreal historia.

Por encima la historia es como un cuento de niños pequeños, Christine es un Plymouth modelo Fury, del año 1957, rojo y blanco, que tiene vida propia y además es un asesino en serie. Suena básico, y en realidad la excusa de la historia lo es, pero el lenguaje y la forma en la que King juega con los puntos de giro de la narración hacen que el lector no quiera desprenderse del texto.

Y ya que el placer culposo es el escritor, más que el libro que reseño, quiero hacer una breve recomendación de otros de sus libros: La larga marcha, maleficio, la serie de la torre oscura, ojos rojos y rabia.