martes, 30 de agosto de 2011

Día 4. Un libro que le gusta a todo el mundo, menos a mí: El túnel, Ernesto Sabato.

Quiero empezar esta reseña excusándome con todos aquellos conocedores, intelectuales y amantes del trabajo de Ernesto Sabato, la verdad es que este renombrado escritor argentino que falleció este año y dejo tras de sí un amplio y reconocido número de trabajos literarios, científicos y hasta políticos, ha representado un reto para mí en cuanto nunca he logrado admirar y profundizar en su literatura por el libro que nunca terminado de leer: El Túnel.

Por alguna razón este libro está en la biblioteca de mi casa, no sé quien lo trajo aquí, ni en que momento llegó, pero el caso es que en varias ocasiones he intentado leerlo. Primero con total ignorancia quise leerlo sólo porque estaba a la mano y luego, al hablar con amantes de la literatura, me entraron ganas de “culturizarme” y leer el dichoso libro.

El resultado al día de hoy es que la cosa se quedó en ganas, nunca he podido pasar del capítulo dos (creo), y solo recuerdo de lo leído que un personaje caminaba por las calles esperando encontrarse con alguien, fin de la historia para mí. El escritor comienza dándole tantas vueltas a un mismo hecho en el que no se devela nada, que, por mi característica impaciencia, siempre termino dejando la narración en el mismo punto.

Han de disculpar entonces tan mediocre reseña del día, pero para complementar el cuento y de paso para darme ganas de, algún día, leer completo el libro que parece gustarle a todo el mundo, les dejo algo que encontré en internet y que aplicaría para el día 23 del reto: Uno que le gustaría volver a leer en su vejez, tal vez viejita y con mayor recorrido y cultura general logre terminarlo algún día, ya veremos.

“El túnel (1948)

El túnel es un lúcido y despiadado buceo en los oscuros y solitarios laberintos del alma humana donde se dan cita, en extraña confluencia, el oído, la compasión y el desprecio. El narrador describe una historia de amor y muerte en la que muestra la soledad del individuo contemporáneo. A Sabato le interesa reflexionar sobre la locura, comprender el motivo por el cual el protagonista mata a la mujer que ama y que es su única vía de salvación. La obra tuvo una gran aceptación y sirvió para calificar a su autor como una inquietante y original personalidad literaria.

"La anécdota novelada no permanece como centro de interés: basta recordar que el desenlace está anunciado desde las primeras páginas. No existe 'suspenso' argumental. No existen descripciones ni cuadros, el ámbito físico se apoya sobre vagas menciones de lugares; se pasa inadvertidamente del campo a la ciudad sin que ningún elemento decisivo señale el tránsito espacial. Los personajes secundarios, Allende, Hunter, Mimí, están desdibujados; sus intervenciones sólo contribuyen a la economía interna de la novela, y en ningún momento abren caminos o dan posibilidades de enriquecimiento narrativo." (Fuente: prólogo del libro El Túnel, Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1966).”


¿Dan ganas de leerlo no? Algún día.

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